miércoles, 30 de marzo de 2016

La importancia del conocimiento de la lengua materna a la hora de aprender nuevos idiomas

Hace años que para ganarme algo de dinero mientras estudiaba quise a aprovechar que sabía idiomas y empecé a dar clases particulares de inglés y francés a niños de primaria y de la ESO. Lo sigo haciendo a día de hoy y cada vez me voy dando más cuenta de la importancia que tiene conocer bien nuestra lengua materna, en este caso el español.

Últimamente los métodos de enseñanza de lenguas han ido cambiando y se ve que el aprendizaje, gracias a estos nuevos métodos, va mejorando. Pero he notado que se está dejando un poco de lado la gramática. Los alumnos empiezan a aprender a base de escuchar y de hablar, lo cual es muy bueno ya que da soltura y ayuda a la comprensión, sin embargo, a la hora de escribir se notan las carencias y esto es porque no se conoce o no se ha estudiado bien las construcciones gramaticales, los tiempos verbales, el uso de las preposiciones… y la expresión escrita es igual de importante que la oral.  

Otro problema que detecté cuando empecé a enseñar el inglés y sobre todo el francés, era la falta de conocimiento de la lengua española. El no saber que es un pronombre, un tiempo verbal compuesto, las formas impersonales, los posesivos y un largo etcétera. Puede llegar a parecer una tontería porque al fin y al cabo estamos aprendiendo una nueva lengua que tendrá una sintaxis diferente, pero a la hora de aprender lenguas romances, en nuestro caso, tenemos más facilidad si conocemos nuestra lengua, al menos los elementos básicos para empezar, y debemos aprovechar eso lo máximo posible.

En el caso del francés, por ejemplo, ayuda mucho conocer los tiempos verbales del español, ya que tienen las mismas funciones y los mismos tiempos aunque unos se usen más que otros dependiendo de la lengua. Dada la complejidad que supone aprender los verbos franceses, si tenemos una buena base de los verbos en nuestra lengua nos será más fácil conocer cuándo se usa cada uno y cómo se construyen. (Ejemplo: Pretérito perfecto compuesto: auxiliar en Presente de indicativo + participio/Passé composé: auxiliar être/avoir en Presente de indicativo + participio pasado).

Por otro lado, si no tenemos reforzado este conocimiento siempre se puede empezar justo en este momento a intentar mejorarlo. Aún recuerdo como cuando al aprender los tiempos verbales en inglés empecé a entender la continuidad en el tiempo de las acciones, aprendí a diferenciar un imperfecto de un pretérito simple con el francés y aprender todos los pronombres y determinantes franceses me ayudó a reforzar los del español. Al igual que muchos de mis compañeros me han comentado.

Todo esto nos ayuda también a conocer más en profundidad una lengua de la misma forma que la conocemos hablándola y escuchándola. Siempre es curioso saber las diferencias y similitudes gramaticales que existen entre ellas, sobre todo para los frikis de la lengua como nosotros. Aun así, todo esto es bajo mi punto de vista, que puede estar afectado por la traducción ya que no conozco muchos métodos de enseñanza, pero después de mis años de experiencia ayudando a los niños a aprender me pareció curioso como el conocer bien tu propia lengua es una ventaja a la hora de aprender nueva, sobre todo si tienen orígenes similares y siempre es un buen momento para reforzarla.


 Ángela Parrado Romero

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